¿No hay Coworking cerca?, pues lo monto yo.

La puerta de Coworking Villanueva, siempre abierta

En este artículo creo oportuno contaros cómo hemos llegado a abrir las puertas de Coworking Villanueva, que ha sido ¡toda una odisea!.

Hace ahora un año, decidí que quería volver a emprender. No tenía claro en qué, pero lo que sí sabía es que no quería trabajar desde casa, lo quería hacer en un Coworking porque así podría socializar, conocer a otros profesionales con los que quizás generar sinergias, estar en un espacio pensado para trabajar, no como en casa, pero cerca de la mía para poder conciliar fácilmente y más económico que tener alquilado un despacho. Y además algo muy importante para mí, convivir con otros emprendedores, apoyarles y a la vez nutrirme de ellos es fundamental para el propósito que me mueve.

En Villanueva de la Cañada, donde vivo, no había ninguno así que se me pasó por la cabeza montarlo yo, ¡una locura!, pensé en un primer momento.

Seguí planteándome distintos emprendimientos, muchos, pero el Coworking volvía de manera recurrente a mis pensamientos así que me puse a desarrollar el primer Plan de Empresa porque por escribirlo, no pasaba nada.

Cual fue mi sorpresa cuando a medida que avanzaba con el Plan de Empresa todo iba cuadrando. Esas primeras semanas recopilando información, haciendo el estudio económico-financiero, el análisis de mercado, enfocando el perfil de cliente ideal, las distintas líneas de negocio, los procesos internos que conlleva, etc. Ya tenía hecha la primera versión del Plan de Empresa y ¡parecía viable!!.

Ya “solo” tenía que decidirme y empezar a ponerlo en marcha, jajajajaja. Antes de hacerlo, pasé por otras tres versiones del Plan de Empresa, incorporando más información sobre colaboradores, proveedores clave, cómo dar a conocer el Coworking, calculando más profundamente la inversión inicial, qué posibles espacios para alquilar había, etc, es decir, perfilando todo más.

Así fue como, por ejemplo, introduje más a fondo la Sostenibilidad en el proyecto, a nivel medioambiental pero también quería que fuera base fundamental en sus ámbitos social y económico, y tener muy presente la Responsabilidad Social Corporativa (a muchos nos gusta llamarla Responsabilidad Social de Empresa).

Hubo una parte más complicada, que fue encontrar el lugar adecuado para ubicarlo. Necesitaba un sitio tranquilo, accesible y de fácil aparcamiento, con buena luz natural, donde la cobertura del móvil fuera buena y con fibra óptica. Tardé meses, bastantes, en encontrar el sitio ideal pero al final, lo encontré.

Sin embargo, la felicidad duró poco…a la semana de firmar el contrato de alquiler nos confinaron por la Covid-19. ¡Me quedé en shock!!!, no era para menos. Era la peor situación para iniciar un proyecto empresarial.

La incertidumbre era total, ¿hasta cuando confinados?. No saber cuánto duraría el confinamiento y por tanto cuanto tardaría en poner a punto el Coworking, me angustiaba. Sin embargo, reenfoqué la situación y aproveché esos meses para comunicar mediante redes sociales, fundamentalmente Instagram, la próxima apertura del Coworking, el ideario, el objetivo, los valores, la misión y también para acercarme virtualmente a otros emprendedores.

Fue un buen momento para contactar con colaboradores y profesionales locales que me ayudaron a llevar adelante ciertos aspectos como el diseño gráfico, el marketing, la comunicación en redes sociales, el desarrollo de la página web y uno muy importante para nosotros ya que iniciamos la consultoría en Sostenibilidad para poder implantarla a la vez que nacía y se desarrollaba el proyecto. Fue todo un reto llevar a cabo todo esto durante los meses de confinamiento, pero gracias a la ayuda de todos estos profesionales pudimos hacerlo.

Por fin llegó el momento de poder salir de casa porque terminó el confinamiento, de poder iniciar el montaje del Coworking. Para ello también nos rodeamos de profesionales locales que desarrollaron el interiorismo y la funcionalidad ideal del espacio, cuyo resultado disfrutamos ahora. Podemos decir que el ambiente del Coworking ahora mismo es lo que deseábamos, un espacio para trabajar de la mejor manera a nivel de funcionalidades, iluminación, colores, mobiliario, ergonomía, electrónica, periféricos, etc.

Teníamos claro que cuanto antes tuviéramos coworkers, mejor, también para empezar a hacer uso del espacio y que nos detectaran posibles mejoras. Y en julio llegó ese momento de la mano de Vicente, nuestro primer coworker, que confió en nosotros desde el principio. Teletrabajador a causa de la Covid-19 que buscaba un espacio para trabajar mejor que el de casa, para sacar toda la productividad a sus horas de trabajo y así poder tener tiempo de calidad para su vida personal.

La paradoja fue que curiosamente el primer coworker llegó a nosotros por el coronavirus, ¡Quién nos lo iba a decir!!.

A partir de este momento ya podía comunicar en plural, dejar el yo para ser nosotros. Se empezaba a construir una Comunidad.

Llegó septiembre y otros coworkers vinieron a trabajar al Coworking y también tenemos que agradecérselo porque, como sabemos todos, estamos en una situación complicada de incertidumbre y organizarse para dejar de trabajar desde casa no es una decisión fácil ahora mismo, ¡pero aquí están!.

Pues bien, ésta es la manera en que se gestó Coworking Villanueva y los primeros pasos que estamos dando. Vendrán más iniciativas, actividades, encuentros…de momento limitados por la situación de pandemia pero como todo emprendedor, sabemos que la resiliencia es básica para seguir adelante.

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