Hace ahora un año encontrábamos, por fin, el sitio donde ubicar Coworking Villanueva. En cuanto entramos en el espacio, sentí que ese ERA EL LUGAR, tan lleno de luz, en muchos sentidos.
Ya “sólo” quedaba iniciar todos los trámites para nuestro espacio físico, definir el interiorismo, las funcionalidades de cada zona, etc. Y en poco tiempo, quizás un mes, abrir nuestras puertas.
¡Qué ilusa!, una pandemia mundial truncaría todos los planes y me haría cambiar toda la planificación.
Tras el shock inicial, al encontrarme que tenía que quedarme confinada en casa, me permití algunos días de duelo y después decidí cambiar las acciones a tomar, adaptándome a la situación.
Tuve que poner toda mi capacidad de RESILIENCIA a funcionar, en varios pasos:
1. ANALIZAR LA SITUACIÓN:
Sin saber cuánto tiempo íbamos a estar confinados:
Tenía que negociar con el arrendador, pues justo el 7 de marzo habíamos firmado el contrato de alquiler
Había iniciado ya inversiones y compras que se habían quedado paralizadas y “secuestradas”, respectivamente.
Tenía que aprender a utilizar mucho mejor las redes sociales para dar visibilidad a mi proyecto.
2. ADAPTARSE Y TOMAR ACCIÓN:
Recibí la formación y mantuve las conversaciones necesarias, para solventar esos problemas que había identificado.
Mientras, seguí avanzando con LO QUE SÍ PODÍA HACER, encargué el logo y cuando lo tuve lo registré, desarrollé el contenido de la página web y encargué su diseño (aunque inicialmente saliera con fotos de stock), desarrollé documentación que posteriormente iba a necesitar, como los contratos con los coworkers, empezar a implantar la sostenibilidad, etc.
3. READAPTARSE:
Cuando ya desapareció el confinamiento total:
Pude empezar a retomar los pasos iniciales como fue ya, in situ, definir las utilidades de cada zona del coworking.
En este momento, yo todavía pensaba que en septiembre, podría hacer una inauguración en condiciones jajajjaa. Por supuesto que no pude.
4. EMPEZAR A RODAR:
En septiembre fue cuando definitivamente abrí las puertas, ya una vez terminado el interiorismo y empezó a rodar muuuuy despacio el coworking.
El problema del miedo al contagio del Covid-19, es lo más complicado de solucionar. Tenemos implantadas todas las medidas y los que habitualmente vienen, se sienten seguros.
Lo más complicado es saber comunicarlo, trasladarlo, a clientes potenciales.
También hemos ido adaptando parte de nuestros servicios a la digitalización y al online e híbrido, por supuesto indispensable ahora.
5. COMUNICAR:
Es básico para cualquier negocio pero más, si cabe, en estos momentos.
De hecho, es en lo que más energías y esfuerzo utilizamos, siempre y cuando hagamos hecho un trabajo previo de confirmar que nuestras acciones están alineadas con nuestro PROPÓSITO.
Ser transparente, coherente y consecuente, es lo que da confianza a la comunidad que estamos creando. También, ofrecer servicios útiles, por supuesto.
6. SER CONSCIENTES DE QUE SALIMOS FORTALECIDOS:
No sabemos exactamente cómo evolucionarán las circunstancias en los próximos meses, pero sí podemos decir, que sentimos que hemos salido fortalecidos del último año, y que el haber sabido adaptarnos ha sido lo que nos ha dado seguridad y confianza.
CONCLUSIÓN:
Hay que ser conscientes de que las herramientas que nos ha proporcionado nuestra experiencia profesional y vital anterior, podemos emplearlas adaptándolas a nuevas situaciones, incluso aunque éstas sean insólitas.
Estos 6 pasos:
- Analizar la situación
- Adaptarse y tomar acción
- Readaptarse
- Empezar a rodar
- Comunicar
- Ser conscientes de que salimos fortalecidos
han sido necesarios para sacar adelante el proyecto y que, a día de hoy, sigamos adelante. La RESILIENCIA salvó mi proyecto, hasta tal punto, que ahora considero que ya se ha convertido en un negocio en marcha, en medio de unas circunstancias casi impredecibles.
(Ninguna valoración todavía)
Cargando...